
El castro está situado en una zona sin alcanzar la cota de los 100 metros y por tanto es uno de los pocos situados a menos de 400 m. El monte con elevadas pendientes tiene abundantes rocas graníticas y está situado en un lugar privilegiado protegido por un lado del castro por un muro y por otros lados tiene unos desniveles que hacen del Castro un lugar verdaderamente estratégico, donde además las provisiones de agua estaban aseguradas por un regato que pasa al pié del castro por la zona Sur.
Excavado por Antonio Losada Diéguez en dos campañas en los año 1925-1926 descubriendo que el núcleo de la ciudad fue ubicado cerca de la cima hacia el suroeste hallándose varias casas redondas y ovaladas, como si se quisieras huir de las esquinas, si bien debajo de una caseta se descubrió una especie de hogar rectangular de paredes muy largas, siguiendo hacia el alto van apareciendo los petroglifos.
En el castro se da material abundante, monedas, fíbulas, etc., que prueban suficientemente su romanización y todos los expertos coinciden en la formación de este castro en el período prerromano, gracias a sus instrumentos neolíticos, caracteres de la cultura megalítica del Noroeste.