
La fortaleza de A Porquería es la única que en la actualidad se puede visitar el interior y de la antigua fortaleza que fue residencia de García I sólo queda esta torre sólida y austera de silleria de granito y muros con la puerta románica en lo alto de la escalinata y unos ventanucos. Se levanta en el centro de una plataforma correspondiente a una fortificación mucho más compleja de la que solo queda una muralla arrasada.
La torre de Pena era la torre de homenaje del castillo de A Pena da Portela, y del que solo se conserva la fábrica exterior de la torre en buen estado y algunos trozos de una muralla exterior de mampostería y planta oblonga con adaptación perfecta a las curvas de nivel. Esta torre no fue afectada por la revuelta de los Irmandiños aunque si victima de los saqueos en siglos posteriores.

La torre fue rehabilitada pero sólo se puede ver desde el exterior.
En cuanto a la Torre de Sandias hoy es una torre resquebrajada y abierta en canal de la que prácticamente sólo se conservan sus muros de más de cuatro metros de grosor.. En 1368 fue asaltada por el duque Lancaster; los irmandiños también entraron y prendieron fuego en el castillo.Mas tarde fue posesión de los señores de Maceda, del conde de Benavente, del marqués de Viana y, finalmente, de la casa Santana y Monterrei.
Por último la Torre de Celme en Rairiz de Veiga ha desaparecido y sólo restan un cubo de sillería de granito abierto en uno de sus lados pro un vano con arco de medio punto.
Podemos decir que las Torres de Limia cumplieron en el pasado una función defensiva y de protección de estas tierras de batalla y leyenda completando un conjunto defensivo del valle de Limia.