Barrio judio de Ribadavia
Ribadavia es una población de Ourense situada en el corazón de la comarca de O Ribeiro y que muchos conocen por dos eventos principales la feria del vino del Ribeiro que tiene lugar a finales de abril y principios de mayo y declarada de Interés Turístico y por a festa da istoria de Ribadavia que se celebra a finales de agosto y durante la que Ribadavia retrocede en el tiempo y el pueblo revive su pasado medieval; pero Ribadavia es mucho más que estos eventos ya que en la poblacion destacan el casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico y el Barrio Judío, donde se asentó una de las mayores comunidades sefardíes de todo el país y que es el objeto de este artículo.
Haya por el año 1063, el rey Don Gracia establece la capital del Reino de Galicia en Ribadavia. Este hecho impulsa la llegada de nobleza y de las grandes fortunas de la época, en manos de los judíos. Éstos, conscientes de las posibilidades de negocio que existían, se establecieron en la zona. Durante esa época de prosperidad, el aumento de esta comunidad hebrea avanza espectacularmente, llegando a las 1500 personas en el año 1386, la mitad de la población de la villa. Además de grandes administradores, se dedican a los trabajos artesanos articulando su asentamiento entre la Plaza Mayor y las murallas.
En este perfecto grado de convivencia y con el auge de la producción de los viñedos, la comarca del Ribeiro exporta sus vinos gracias a los contactos con distintos pueblos sefardíes en Europa. Esta convivencia queda demostrada en el hecho de que, aún después de la expulsión de los judíos por los Reyes Católicos, muchos de ellos se convirtieron al cristianismo, llegando a poseer títulos de nobleza.
El Barrio Judío de Ribadavia, declarado Monumento Nacional se extiende entre la Plaza Mayor y las murallas, alrededor de la Porta Nova. En general, la judería de Ribadavia se conserva en buen estado, aun con los inevitables añadidos que los sucesivos propietarios han venido incorporando a sus casas a través del tiempo. Todavía se ven largas y estrechas calles que mantienen todos su sabor medieval. Y rincones de calles y plazas así como patios rodeados de fachadas por los que no parece haber pasado el tiempo. Si te limitas a pasar sin "ver" no encontrarás nada de extraordinario en este pueblo, pero si "miras" encontrarás mucho que ver y muy interesante.
El centro del Barrio Judío lo constituye la plaza de la Magdalena, a si llamada porque en ella hay una Iglesia dedicada a esta Santa. Allí se encuentra la edificación que albergo el cuerpo principal de la sinagoga (antes ocupaba toda la fachada oeste de la plaza), dirigida hacia el S. XII o XIII, y que se mantuvo en su estructura original hasta principios del presente siglo, en que fue modificada a partir del primer piso.
Un paseo por estas calles comunicadas por estrechas callejuelas nos llevará unos siglos atrás por construcciones humildes, con fachadas perfectamente conservadas en las que sobresalen los voladizos. En el interior tienen bodegas, donde envasaban el vino o realizaban sus tareas artesanales. En los rellanos, delante de las puertas colocaban losas de piedra para evitar la humedad.
En el centro del barrio es la Plaza de la Magdalena dónde se encuentran los restos de la Sinagoga, construida entre los siglos XII y XIII y que ocupaba toda la parte oeste de la plaza, manteniéndose hasta principios del siglo XX. En la actualidad podemos ver parte de la puerta y de las columnas exteriores. Alrededor del templo tenía lugar toda la vida social de este pueblo que contribuyó en gran medida al crecimiento de esta hermosa y multicultural villa. El barrio conserva multitud de viviendas con bodegas que en su día fueron utilizadas para la elaboración de vino, o como talleres artesanales.Los voladizos existentes y las fachadas conforman un aspecto muy peculiar de las viviendas. Así, de los balcones sobresalen unos salientes que les dan un aspecto muy peculiar y tal vez típico de las casas judías, que se completaba con la colocación en las puertas enlosadas de piedras a modo de plataforma, elevada unos centímetros sobre el nivel del suelo para evitar que entrase el agua en los locales y así poder sacar mayor rendimiento laboral
Por su pasado judío, Ribadavia forma parte (junto con otras siete ciudades de España) de la Ruta de las Juderías, conocida como 'Caminos de Sefarad'. Las otras ciudades son Cáceres, Córdoba, Girona, Hervás(Cáceres), Segovia, Toledo y Tudela (Navarra).
Si queremos completar nuestra visita a Ribadavia podemos ver también el Castillo de los Condes de Ribadavia en cuyo interior se conservan misteriosas tumbas excavadas en la roca con formas humanas, la Iglesia de Santiago, una de las más bonitas de nuestro páis. Construida en el siglo XIII es una de las muestras más importantes del románico en Orense, el Conjunto monumental de Santo Domingo declarado Monumento Nacional en el año 1931. Iglesia gótica perteneciente a los siglos XIV y XV donde destaca su claustro y por último y ya cerca de la Alameda la Capilla de Nuestra señora del Portal que guarda la imagen de la patrona del Ribeiro y bien merece una parada.