
Construido en 1958 tiene cuatro estrellas y está situado a la entrada de la villa por la carretera de Lugo muy cerca del centro.
El parador se caracteriza porque aunque parece muy pequeño en realidad está construido de arriba hacia abajo de tal forma que se baja a las habitaciones ya que está como incrustado a la ladera de una montaña y baja hasta el paseo de la ria. Las habitaciones cuentan con vistas a la ria de Ribadeo y se contemplan los pueblos Asturianos como Castropol y Figueras, aunque no todas tienen estas maravillosas vistas. La decoracion interior con un toque marinero tiene habitaciones correctas en equipamiento, amplias y decoradas con tonos crema en las paredes con suelos de madera listada y cabeceros y cortinajes bien estampados. Los cuartos de baño son alegres. La sala de convenciones más o menos amplia completa las instalaciones. En el exterior se extiende un jardín.
El parador dispone de cafetería y restaurantes con opción de una terraza cubierta o descubierta con vistas a la ría, donde se pueden degustar todo tipo de platos empanada, lacón, mariscos y caldos gallegos, pescados... y como no los típicos de esta zona da Mariña Lucense.
Tomando como base de operaciones el parador se puede visitar Ribadeo, sobre todo las ruinas del castillo y la catedral de Santa María del Campo, y las cercanas poblaciones de Castropol, Figueras y Foz. Se puede disfrutar de las maravillosas playas del Norte de Lugo destacando una de las mejores playas gallegas como es la Playa de las Catedrales. Además y relativamente cercana podemos visitar la población de Mondoñedo con la catedral de Mondoñedo, cuevas do Rei Centolo o comer la célebre tarta de Mondoñedo.
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